¿Votar o rendirse? El alma dividida de la oposición venezolana 🇻🇪🗳️

Entre el escepticismo y la esperanza: un dilema que atraviesa a millones de venezolanos que sueñan con un cambio verdadero.

¿Votar o rendirse? El alma dividida de la oposición venezolana 🇻🇪🗳️

Votar o no votar.
Una pregunta que duele, que divide, que pesa en el alma de millones de venezolanos. Una interrogante que no es trivial, ni simple, ni cobarde. Porque detrás de ella se esconden años de frustraciones, fraudes, represión y una democracia herida.

Los abstencionistas no son apáticos: son profundamente golpeados por una historia que les enseñó a no confiar. Para muchos, votar es validar un sistema que consideran manipulado, ilegítimo, tramposo. Su desconfianza no es vacía; viene de años de heridas abiertas y promesas rotas.

Pero del otro lado están quienes deciden votar sin ser ingenuos. También saben que el proceso no es justo, ni transparente. Pero no votan para aplaudir el sistema: votan para resistir desde adentro, para no cederlo todo, para sostener estructuras que aún resisten en lo local, en lo comunitario, en lo humano. Votar, para ellos, es una forma de no desaparecer, de plantar bandera aunque el terreno esté minado.

Ambas visiones tienen sentido. Ambas nacen del amor por un país que duele.
El problema comienza cuando dejamos de vernos como aliados, y convertimos la diferencia en división, cuando los que no votan dedican su energía no a construir una alternativa, sino a destruir al que sí lo intenta. Ese fuego cruzado debilita la única causa común: la de un país libre y justo.

Votar no es un acto mágico. No va a cambiar todo de un día para otro. Pero no votar podría costarnos aún más. Porque cada espacio que se abandona, se pierde. Y cada espacio perdido es un paso más hacia el silencio.

Este 25 de mayo, no le entregues todo al sistema que tanto criticas.

Haz tu parte, da un paso valiente y vota por los candidatos de la oposición.
Hazlo marcando la tarjeta de Un Nuevo Tiempo.

Porque incluso la semilla más pequeña puede abrir grietas en el muro más duro.
Y porque, quizás, este sea el primer paso de un camino largo... pero posible.

¡Venezuela te necesita!
¡Haz que tu voz cuente!
¡Vota con esperanza, vota con fuerza!

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