Todo empeora


Cuando el profesor Edmundo Vallecalle acuñó la frase que sirve de título, no imaginó lo apropiada que sería para estos tiempos venezolanos. Aproximadamente en la misma época (década de los 70) se puso de moda el término "problemática" para todo lo que pasaba en el país: el aseo urbano, la industrialización, el seguro social... todos tenían su problemática.


Se me ocurrió comenzar a decir que lo que necesitábamos era más bien "solucionática". Nunca como hoy es tan cierta esa necesidad. La "problemática" está clara y casi todo el mundo lo percibe así (el gobierno no, pareciera).

Económicamente: Venezuela está muy mal... y parece ir para peor. Socialmente: calzamos perfectamente la definición de anomia: a) ausencia de ley (de la Constitución para abajo, digo yo), b) en Sociología, Conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación. Así, vivimos en un país donde hay una mezcla, en proporciones variables, de los siguientes elementos y otros que no caben en el espacio (agréguelos usted, porfa): aquí cohabitan esfuerzo y talento con analfabetismo, cinismo, resentimiento, violencia, bolivarismo ("dolarismo"), estupidez, indolencia, codicia, haraganería, ineptitud, venalidad, y PETRÓLEO, que es lo que promueve y determina todo lo demás. Políticamente: nos gobierna una mafia militar que "Corazón De Mi Patria" (CDMp) nos dejó como herencia y tiene a Nicolás como mascarón de proa. Siendo esta la situación, ¿cuál puede ser la "soluciónática"? Es una perogrullada, pero muy difícil: cambiar el gobierno.

¡Ah! Pero los truhanes que "gobiernan" no tienen otro interés que permanecer en el puente de mando de una nave que se hunde. Llegado el momento, tomarían el bote salvavidas y huirían con el botín. Con ellos no hay esperanza y es obvio que se impone su sustitución. A corto plazo tal cosa no es posible, ya que sería necesariamente violenta y nos puede llevar a una dictadura militar por todo el cañón o algo peor... A mediano plazo (un año, año y medio) la cosa cambia.

Este gobierno es pésimo y hay que trabajar como oposición señalando lo desacertado de las medidas "revolucionarias", allí donde todavía hay gente que no capta la triste realidad y el aún más triste futuro. No hay medios masivos, así que hay que trabajar con volantes, pintas, voluntarios activistas, mítines relámpago, etc.

Como en los viejos tiempos, en los barrios. En otro plano se puede organizar campaña por las redes sociales. Como mínimo, hay que cambiar 5% de los votos para llegar a 60% del total, tal vez se pueda lograr más. Pienso que se necesitarían unas 15.000 personas para hacer llegar el mensaje a donde tiene que llegar. El mensaje tiene que ser claro y contundente y estimo que hay al menos 50.000 estudiantes universitarios que estarían dispuestos a seguir un liderazgo inspirador en ese sentido.

¿Difícil? Sí. ¿Imposible? Recuerdo que en 1958 en toda Venezuela había fervor por la revolución cubana y Fidel Castro. Tal vez se pueda repetir el fenómeno, pero esta vez para sacudirnos a la mafia militar y a estos "revolucionarios de otoño".

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